Escalofriante confesión sobre desaparecidos en Tijuana, disueltos en ácido
El trabajo de 'El Pozolero'
Luego de ver que el joven secuestrado no aparecía pese al pago de un rescate, la familia de Jesús Israel Navarrete estaba preparada para lo peor.
Pero no para la noticia que recibió dos años después: un delincuente detenido por las autoridades dijo que Jesús Israel, de 21 años, había sido asesinado y que su cadáver había sido disuelto en ácido.
"Casi no puedo hablar de esto", dijo el padre del joven, Emiliano Navarrete, de 61 años, a The Associated Press (AP).
"Casi no puedo hablar de esto", dijo el padre del joven, Emiliano Navarrete, de 61 años, a The Associated Press (AP).
El dice que vendió un negocio de camiones de carga para recaudar dinero y pagar el rescate. Dice que entregó $175,000 en dos pagos.
"Ha sido muy duro para nosotros", dijo Navarrete, cuyo hijo fue secuestrado el 28 de mayo de 2007. "Mi esposa y yo hemos estado en terapia psicológica, pero nos sentimos igual, como si nos hubieran cortado el cuerpo. Nos acabaron, nos destruyeron como familia".
El diez de marzo de 2009, las autoridades realizaron una redada en la que detuvieron a 58 personas, incluido José Guadalupe Valenzuela, que conocía a Jesús Israel y de quien la familia sospechaba que había cooperado en su secuestro.
Valenzuela declaró haber escuchado que a Jesús Israel "lo habían pozoleado", lo que en la jerga del crimen organizado mexicano significa disolver el cadáver en grandes recipientes con caldos de una sustancia corrosiva conocida como "sosa cáustica".
También dijo que desconocía dónde habían arrojado sus restos y que su cuerpo fue disuelto porque su familia no pagó el rescate exigido.
Aumento de secuestros
En ese entonces, la disolución de cadáveres en ácido le dio una escalofriante dimensión a los secuestros en Tijuana, donde los plagios alcanzaron, entre 2007 y 2008, una magnitud tal que bandas criminales secuestraban personas por estar bien vestidas o porque aparentaban tener dinero.
Los secuestros se incrementaron más del 300% entre 2007 y 2008, de acuerdo a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE). Entre 2008 y 2009 hubo 1,.507 asesinatos, más de cien secuestros, y un éxodo de cientos de personas.
La violencia de alto impacto disminuyó en la ciudad a raíz de las detenciones de capos y la desarticulación de células criminales, las depuraciones de las policías estatal y municipal y, sobre todo, tras los múltiples operativos del Ejército mexicano que resultaron en importantes decomisos de armas y drogas.
Las muertes violentas continuaron pero su cantidad bajó: la PGJE reportó 820 homicidios en 2010 y 384 al 3 de octubre de 2011...
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