El objetivo del encuentro será el de desarrollar una agenda conjunta de movilización para todo el 2011 contra el modelo mercantilizador y neoliberal que pretende profundizar el gobierno de Juan Manuel Santos Calderón, el cual en su discurso sobre la reforma a la ley 30 planteó explícitamente que las universidades tengan como fin el lucro y que sean financiadas más resueltamente por el capital privado en detrimento del carácter público con que fueron concebidas inicialmente.
Después de varios meses de reflujo de masas en los centros educativos por cuenta de los paros pasados sin grandes victorias y por la estigmatización y persecución del movimiento estudiantil en los últimos años, el 2011 promete el resurgimiento de ese sector dormido y pacificado que en el tan cercano año del 2007 movilizó a cientos de miles de estudiantes, profesores y trabajadores del sector educativo, a lo largo y ancho de Colombia, por cuenta del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno Uribe y que en los años siguientes desarrolló paros en muchas universidades del país pero de manera fragmentaria.
En estos momentos se viven intensas jornadas en defensa de la Universidad de Caldas por el aumento de hasta el 333% de las matrículas con grandes movilizaciones en las calles de Manizales y seguramente esto es solo el comienzo de lo que será la lucha este año en todo el país contra al Plan Nacional de Desarrollo, la desfinanciación sistemática de laeducación pública colombiana, la reforma a la Ley 30, los sobrecupos en los salones de la mayoría de instituciones, las privatizaciones de servicios en los campus, la violación de los derechos humanos a la comunidad académica en varias ciudades de la nación, la investigación y la extensión al servicio del capital y no de las necesidades del pueblo y las problemáticas propias de cada región. Todo esto será lo que nutra las manifestaciones estudiantiles y ponga a la orden del día la discusión sobre qué tipo de educación es la que necesita Colombia para solucionar de una vez por todas el grave conflicto social y armado que, demostrado está, no se acabará a punta de negarlo ni con millones de dólares invertidos en armamento.
La primera gran marcha ya está planteada para el próximo 7 de abril, seguramente del encuentro saldrá una agenda de debate y movilización que reviva ese movimiento estudiantil que derrotó la dictadura de Rojas Pinilla o aquel que paralizó el país en 1977 por culpa de ese modelo que las élites siguen empeñadas en implementar a como dé lugar.