Efectivamente se les otorga el Indulto a más de 30.000 paramilitares, mediante la reglamentación de la Ley 1424, que fue aprobada el 29 de diciembre de 2010.
Después de muchos desmentidos y aclaraciones, finalmente el Vicepresidente le ganó la discusión al prepotente ministro del Interior, empeñado en esconder o disfrazar esta vergonzosa decisión judicial. Sí, era pato, aunque el ministro le ponga el nombre que quiera.
La oligarquía sigue cumpliendo los compromisos con el narco paramilitarismo. Esta herramienta del Terrorismo de Estado, ha sido la hermana siamés del Neoliberalismo que se ha aplicado en Colombia. Así
se logró descabezar y desarticular las organizaciones sociales y el movimiento político de oposición, para no tener obstáculos en la privatización del Estado y para que el capital transnacional lograra apropiarse de las tierras para sus megaproyectos de infraestructura, la industria extractiva minero-energética y los agronegocios.
Después de cerca de cuatro décadas de estar masacrando indiscriminadamente, cortando personas con motosierras, destripando gente para tirarlas a los ríos, botándole prisioneros a los caimanes, jugando fútbol con cabezas humanas o asesinando a destacados dirigentes populares; lograron asesinar a centenares de miles de colombianos, desaparecer a 250.000 personas, desterrar cerca de 6 millones de campesinos, expropiar más de 8 millones de hectáreas.
Para pagar todo este genocidio, ex presidente Uribe fue adecuando la legislación, para garantizarles la impunidad a todos estos mercenarios. Primero fue la Ley 975 de 2005, mal llamada de “justicia y paz”, para favorecer a los capos y mandos medios de esos criminales, a quienes se les aplicaría penas entre 5 y 8 años, independientemente de los asesinatos y barbaridades que hubiesen cometido. El supuesto compromiso era contar la verdad y reparar a las víctimas.
A esa ley se acogieron cerca de tres mil asesinos, pero apenas se le ha imputado cargos a cuatrocientos y sólo se ha condenado a cuatro. Y como si fuera poca esta descarada burla a la justicia, próximamente, cerca de mil quinientos de estos criminales saldrán de la cárcel por vencimiento de términos.
A los principales jefes de esos criminales, los extraditaron a EEUU, para que sean juzgados por narcotráfico y negocien sus penas a cambio de entregar parte de sus riquezas mal habidas; mientras que se entierra las posibilidades para que se conozca los responsables del genocidio en Colombia...