martes, 22 de noviembre de 2011

SIRIA

Cirugías clandestinas en el salón de casa  

 

Activistas sirios crean una red privada de asistencia médica para atender a las víctimas de la represión en domicilios particulares.

Según Amnistía Internacional, en los hospitales gubernamentales los pacientes son detenidos, interrogados y torturados incluso por el personal médico.

Algunos heridos son transferidos al norte del Líbano, donde otra red se encarga de hospitalizarlos y costear los gastos.


http://www.youtube.com/watchv=CCEAd0etmx0&feature=player_embedded&skipcontrinter=1

Los cuatro jóvenes ocupan dos habitaciones en uno de los principales hospitales públicos de Trípoli, luminosas y asépticas. Todos tienen algo en común: fueron heridos durante la represión siria y atendidos en casas particulares por médicos y enfermeras por miedo a asistir a un hospital público, transformados por el régimen en “bases militares” según denuncian activistas sirios y ONG como Avaaz o Amnistía Internacional.

A uno de ellos su madre le sostiene la mano con expresión beatífica, como queriendo borrar los últimos meses de su mente. Pero la expresión de su hijo Mohamed, de 23 años, es ceñuda y tercamente triste. Da la impresión de que sigue en Tall Kallah, desde donde llegó con una herida de bala en la cadera. Lo mismo le ocurre a Abu Yassen, de 21 años, herido en ambas piernas hace dos semanas en Homs: su mente no ha conseguido escapar aún del peligroso barrio de Baba Amr, donde ocho de sus amigos quedaron convertidos en despojos humanos.

“El equipo encargado de hacer entrar suministros en el barrio lo formábamos ocho personas. El barrio estaba rodeado por carros de combate, así que la única forma era salir individualmente y hacer acopio de alimentos y medicinas en barrios vecinos”, explica trabajosamente este joven sirio. “La única forma de entrar era por un lugar al que llamamos los jardines, y por ahí lo intentamos. Había un helicóptero artillado disparando indiscriminadamente, y cerca de mí cayó una bomba de clavos. Algunos de mis amigos quedaron despedazados en la explosión. Seis murieron, otro perdió las dos piernas, sólo yo sobreviví intacto”.

Intacto pero con tres clavos incrustados en la cabeza, una pierna y el costado. Al joven Abu Yassin no se le habría ocurrido acudir a un centro médico público. “Los heridos que terminan allí son detenidos y torturados“, dice con cierta expresión de asombro. “No recuerdo cómo me llevaron a un hospital de campaña, donde pasé apenas 10 minutos: era una casa normal, atendida por dos médicos y dos enfermeras. Había gente herida y cadáveres por los suelos. Como el cementerio de Al Naas está ocupado por el Ejército, los cadáveres los ponían en un refrigerador de fruta: por la noche, los voluntarios se los llevaban hasta los jardines, donde les daban sepultura de noche”.

A su lado, el doctor Mazen cruza los brazos sobre el pecho asintiendo atentamente. “No podemos confiar en los hospitales públicos, porque han sido transformados en bases de la Seguridad“, explica el joven dentista sirio de 23 años convertido -circunstancias obligan- en ayudante de un cirujano. “Al principio el 90% de los pacientes eran asesinados, el resto detenidos. Durante la hospitalización son torturados. Ya nadie va a los hospitales, la gente acude a las clínicas instaladas en casas particulares de cada ciudad”...

http://periodismohumano.com/destacado/cirugias-clandestinas-en-el-salon-de-casa.html

COLOMBIA

11a PARADA DE TEATRO CALLEJERO - TUNJA

 "TRES CUENTOS PARA DOS ACTORES Y UN PÚBLICO" DE TEATROPO TEATRO, IBAGUÉ (COLOMBIA)





 "TE MIMO UN CUENTO" DE MUCHIK TEATRO, PERÙ





"MEMENTO" DE TEB, TUNJA (COLOMBIA)





 "A-TA-KA!" DE CAL Y CANTO TEATRO, ESPAÑA







lunes, 21 de noviembre de 2011

COLOMBIA

CONMEMORACION 10 AÑOS MASACRE PÀRAMO DE LA SARNA

Sogamoso 26/11/11
El departamento de Boyacá no ha sido escenario ajeno a la violencia política que padece el país, hoy persisten graves violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario dejando víctimas y familias que no han recibido explicación, verdad, justicia ni reparación. Una propuesta de paz para Colombia debe cimentarse en el reconocimiento de la barbarie que ha sacudido al pueblo, por esto urge cada vez más la visibilización de la tragedia y el dolor de las víctimas y sus familiares, siendo necesario no olvidar a nuestros muertos para que la historia no se vuelva a repetir.

Dentro de los hechos que han impactado a la ciudadanía boyacense es necesario recordar la masacre del páramo de La Sarna ocurrida el 1 de diciembre de 2001 en la que fueron ejecutadas 15 personas en la vereda de Las Cintas del municipio de Sogamoso (Boyacá), quienes se dirigían a la población de Labranzagrande, este hecho es conocido como la masacre del Páramo de La Sarna. Este hecho junto con las ejecuciones extrajudiciales reportadas como resultados positivos de la Fuerza Pública o las desapariciones forzadas ocurridas en los departamentos de Boyaca y Casanare, son hechos frente a los cuales toda la ciudadanía debe pronunciarse y rechazar de forma pública y contundente.

La masacre del Páramo de La Sarna, las ejecuciones extrajudiciales reportadas como resultados positivos de la Fuerza Pública (tal es el caso de las 39 victimas de ejecuciones extrajudiciales en la modalidad de falsos positivos registradas en el departamento de Boyacá y 32 en Casanare) o las desapariciones forzadas ocurridas en los departamentos de Boyacá y Casanare, son hechos frente a los cuales toda la ciudadanía debe pronunciarse y rechazar de forma pública y contundente.

Estos atropellos a la vida, lo mismo que todos aquellos que quizás permanecen en el anonimato o en el silencio, hoy motivan la convergencia de personas y organizaciones para que sus memorias sigan perviviendo, no sólo en nuestra mente, sino en nuestras acciones, para que la vida siga floreciendo y no se repitan estos hechos de barbarie.

Por esta razón decidimos caminar para no olvidar a nuestros muertos porque nos aterra la amnesia y nuestros fantasmas no nos dejan dormir el sueño de los justos, mientras unos injustos se tranquilizan con nuestra indiferencia, por eso hemos decidido recordar a los que no están con nosotros pero siguen siendo parte nuestra.


Por: OBSERVATORIO DDHH BOYACÀ Y CASANARE

EGIPTO

¿Por qué regresaron los manifestantes a la Plaza Tahrir?

Las manifestaciones han regresado a la simbólica Plaza Tahrir, en El Cairo. En los últimos dos días veinte personas han muerto en enfrentamientos entre las autoridades y las personas que protestan contra el nuevo statu quo.

La protesta que comenzó en Cairo, este fin de semana, se ha extendido a otras ciudades de Egipto, principalmente a Alejandría, en el norte, Islmailia, en el este, y Suez.
En el foco principal, la Plaza Tahrir, de la capital egipcia, según el corresponsal de la BBC, John Leyne, cada intento de las fuerzas de seguridad de sacar a los manifestantes del lugar despertaba más ira, y provocaba el efecto contrario: más gente se unía a la protesta.

Por lo menos un millar de personas resultó herido, entre ellas, unos cuarenta policías.

Miles permanecieron en el lugar, durante una noche que vio esporádicos enfrentamientos, a pesar de los esfuerzos del imán de una mezquita local por negociar una tregua.

Presencia militar

Según el corresponsal de la BBC, Jonathan Marcus, tras lo que fue una revolución inconclusa -si es que se trata de una revolución- que logró sacar de escena al presidente Hosni Mubarak y sus asociados más inmediatos, el verdadero pilar del régimen, los militares, continúa ejerciendo el poder.

El desafío de los manifestantes al poder del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que reemplazó un gobierno de Mubarak de tres décadas, no tiene precedentes en un país donde los militares nunca han abandonado tal lugar de privilegio en el escenario politico, en sesenta años.

Para quienes protestan, el Consejo Supremo continúa siendo un organismo que procede en secreto y que permite los arrestos arbitrarios y la tortura de quienes se muestran contrarios al gobierno.

Esta es la razón, previsible para muchos analistas en febrero pasado, de que la euforia tras la salida del expresidente Mubarak se tornara en desilusión, desencanto e ira.

Por mucho que hayan rodado algunas cabezas, los manifestantes argumentan que la vieja guardia continúa en el poder...

COLOMBIA

Confesión sin confusión

 

Treinta y ocho defensores de derechos humanos (33 hombres y cinco mujeres), por lo menos, han sido asesinados o desaparecidos forzadamente durante el primer semestre de este año: más de seis personas cada mes, en promedio. Las autoridades y la opinión pública no se escandalizan por ello.


Once de estas víctimas eran líderes indígenas, como Jorge Mejía Estrada y cuatro zenúes más, asesinados en Zaragoza (Antioquia), presuntamente por ‘los Rastrojos’, entre el 24 y el 26 de junio. Otras nueve eran líderes campesinos, siete de ellos reclamantes de tierras usurpadas, como Martha Gaibao, asesinada en su casa en Ayapel (Córdoba), el 27 de abril. Cuatro más eran dirigentes de acción comunal, como Luz Mery Roa, vicepresidenta de junta en San Miguel (Putumayo), masacrada el 11 de febrero junto con cuatro personas, presuntamente por paramilitares. Tres víctimas eran activistas afrocolombianos, como José Francisco Valdiri, líder comunitario de Curbaradó (Chocó), asesinado a garrotazos junto a otros dos familiares el 16 de mayo, presuntamente por paramilitares.

También han sido víctimas tres activistas sobre recursos naturales, como Sandra Viviana Cuéllar, ambientalista, desaparecida camino a Palmira el 17 de febrero; dos líderes del movimiento de víctimas, como Éder Verbel Rocha, el 23 de marzo en San Onofre, por dos presuntos paramilitares capturados y luego dejados en libertad; dos miembros de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó, como Bernardo Ríos Londoño, el 23 de marzo; dos dirigentes estudiantiles, como Carlos Andrés Valencia, el 14 de marzo en Medellín; un defensor público de la Defensoría del Pueblo, abogado de víctimas del bloque paramilitar de El Alemán, el 7 de marzo en Itagüí; John Edison Ramírez, activista LGTB, el 17 de marzo, en zona rural de Pasto. (Una descripción más ampliada de estos casos puede verse en la publicación “Más allá de las cifras”, en www.somosdefensores.org y en la base de datos de la Comisión Colombiana de Juristas: www.coljuristas.org).

Una de estas 38 víctimas se atribuye a las Farc: Crisanto Tequia Teragama, quien se había opuesto al reclutamiento forzado de indígenas, encontrado muerto el 26 de febrero en Bagadó (Chocó). En cinco casos hay indicios que permiten sospechar de la fuerza pública. En nueve casos se presume la autoría de paramilitares...

http://www.elespectador.com/impreso/opinion/columna-309128-confesion-sin-confusion

COLOMBIA

Colombianadas ambientales

Seamos claros: no toda la minería es nociva, pero ¿cómo autorizar explotaciones en sitios de alto valor ambiental o en lugares sin usos definidos del suelo ni estudios?

Seamos más claros: lo que nada nos cuesta volvámoslo fiesta. El problema no son el hotel ni la mina, sino el lugar. La Sierra Nevada es un gran Parque Natural Nacional. El páramo es vida.

El problema, también, es creer que solo hay una forma de desarrollo: las locomotoras extractivistas. Tan es así que está en estudio el corrimiento de las fronteras de parques y páramos para uso de las grandes empresas. Hasta al Vaupés y Guanía llegará la explotación, regiones donde no hay estudios serios de lo que debería permitirse, como nos lo dijera Wendy Arenas, de la Fundación Alisos. Regiones donde la riqueza más duradera y útil para el país es otra.

El Gobierno, increíble, desecha una de las premisas fundamentales del mundo actual: los futuros habitantes del planeta también tienen derecho a comer. La minería deja beneficios solo a los actuales.

De este a oeste, de sur a norte, pende sobre la cabeza del país la espada de la explotación minera en al menos 10 ecosistemas vitales. La presión proviene de empresas que encuentran un territorio para hacer lo que en sus países no les dejan.

¿Está haciendo mal la tarea Colombia? Sí. Primero se debe definir dónde se puede hacer qué y cómo. Y no se ha hecho, por lo que vamos de escándalo en escándalo cada que se descubre que hay en marcha un nuevo proyecto. Además se autorizan o se proyectan en zonas ya prohibidas. Y si la norma lo impide, se modifica. El Presidente descarta un hotel no por estar en zona sagrada donde les pidió sabiduría a los dioses de los mamos de la Sierra sino por líos familiares.

El uso y abuso de los recursos se basa en emociones, circunstancias e intereses del momento, no en un conocimiento de lo que tenemos, lo que queremos y el camino que queremos seguir.

Si en los páramos está negada por ley la actividad minera, ¿por qué discutir si se permite o no? La solución, toda una colombianada, es modificar lo que el mundo entiende por páramo. Nos inventaremos nuestra propia definición para que entre la minería.

Al menos 10 espadas penden sobre la cabeza o comenzaron a herir Santurbán en Santander; la selva virgen de Bahía Solano en Chocó; la Sierra Nevada de Santa Marta; la Orinoquia (víctima de una desaforada invasión agroindustrial); el norte del Chocó; el norte de Urabá; La Colosa en Tolima; las montañas de Marmato; Yaigoje-Apaporis en Amazonas; Guainía y Vaupés. Al Cesar ya lo degollaron.

Para que todo cuadre, se acaba de pasar la concesión de los grandes permisos ambientales a una Agencia fuera del Minambiente. Aunque este ha sido demasiado generoso ¿cómo será en un órgano independiente? ¿Suspicaz uno? El que la cogió, la cogió...


http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/C/colombianadas_ambientales/colombianadas_ambientales.asp

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