sábado, 19 de noviembre de 2011

COLOMBIA

ENTRE AGUA Y LODO

No se que sienten las personas, pero por mi cabeza pasan muchas cosas… guardo silencio por unos instantes, mientras veo las imágenes; enseguida un incontenible ¡mierda! se desborda y unas preguntas me inquietan con intensidad: ¿por qué tenemos que vivir esto una y otra vez? ¿la culpa es del Alcalde (quien debe estar a salvo en su penthouse, rascándose las pelotas) por incapaz y negligente, al no haber ejecutado planes de drenaje y descontaminación en alcantarillas y ríos, haciendo uso inteligente del presupuesto municipal y/o los impuestos que pagamos cada mes? o ¿la culpa es de las y los habitantes de Tunja, en quienes es visible una actitud de irracionalidad frente al manejo de residuos sólidos y de egoísmo con el medio ambiente?.

Una y otra vez la misma historia, de nuevo muchos barrios de Tunja yacen inundados de agua y lodo. Y la temperatura entre los 9°C y los 15ºC no mejoran la situación.

Por: Vintage

viernes, 18 de noviembre de 2011

ARGENTINA

Mujeres quemadas

Otra noticia escalofriante: una mujer, embarazada, en La Rioja. Rociada con alcohol y prendida fuego. Los medios difunden el caso y, con asombro reiteran que el violento-femicida es funcionario del Inadi.
Me interesaría ahondar en las causas de tal asombro.

Pareciera que reina el pensamiento mágico: creer que la grave situación de violencia y desigualdad a que estamos expuestas las mujeres se soluciona enunciándola y creando reparticiones públicas y privadas que se ocupen del “área mujer”.

Es lo que hasta acá se hace, y lo que las mujeres que tenemos conciencia de nuestra situación –porque no hay coincidencia biológica entre ser mujer y haber tomado conciencia- interpelamos.

La violencia que contra nuestro sexo se practica es sistémica y estructural. Cruza todas las esferas de nuestra vida en forma permanente. La sentimos al vernos estereotipadas al prender la tele por las propagandas. Al leer revistas femeninas que nos recomiendan cómo no agotarnos por tener que trabajar fuera y dentro de nuestras casas, además de vernos bellas e impecables. Si nos violaron y el médico que debe practicarnos un aborto no punible pide que la justicia se expida sobre el tema. La sentimos también en un aula compartida sólo por mujeres en la que, cuando se genera debate, una profesora nos dice que al final es cierto que hablamos mucho. Cuando vamos a un médico que nos medica sólo por ser mujeres, sin ahondar demasiado en nuestra particular situación. Cuando manejando nos gritan “¡Tenías que ser mina!”. Cuando tenemos que soportar que nuestra apariencia genere comentarios que van desde el acoso leve a la grosería. Cuando llegamos del trabajo agotadas y tenemos que hacer la comida. Invito a mis congéneres a ir completando esta listita de violencias cotidianas.

Las personas crecimos y formamos nuestras subjetividades en esta realidad. Por ende, la sola creación de un organismo que se encargue de la discriminación en general o en particular, no indica que necesariamente quienes en él se desempeñen tengan conciencia y crean que existe una situación a revertir, o que sepan cómo encararlo.

Es decir, puede estar la inquietud pero no la capacitación específica para poder abordar políticas verdaderamente conducentes.

Y esto es lo que sucede muy a menudo: se ocupan los cargos con personas que están formadas en estas realidades que enumeré. Que no siempre son críticas de estas realidades. O que, pese a serlo, no tienen la capacitación necesaria para revertirlas. Constituye un caso más de violencia contra las mujeres ver que cualquier mujer, sólo por sus caracteres anatómicos, se considere como capacitada para conducir las políticas de una de estas áreas.

Así las cosas, y con el patriarcado sin ser puesto en cuestión, vemos que se propone hacer más refugios para mujeres. Encarcelar por mayor tiempo a los violentos.

Si esto es “lo que hay que hacer”, sin abordar lo estructural, terminaremos con un mundo transformado en refugio, y la mayoría de la población encarcelada. Porque no estaríamos yendo al fondo de la cuestión.

El mundo patriarcal-capitalista se dividió hace ya mucho en esferas pública y privada. Para las feministas, esa división es insostenible. Ambas esferas se entrecruzan permanentemente. Para nosotras, lo personal es político...


http://www.portalba.com.ar/noticia_7_19060_mujeres-quemadas

jueves, 17 de noviembre de 2011

COLOMBIA

Paramilitares usaron violencia sexual como arma de conquista en Colombia


De las 63 violaciones sexuales documentadas en el Magdalena, 40 fueron cometidas por paramilitares.

Los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) hicieron de la violencia sexual en todas sus formas un arma de conquista y de poder durante la toma del Caribe colombino, entre 1997 y 2005, según un informe presentado este jueves con motivo de la Semana de la Memoria y que reconstruye esos hechos.

El documento, que cuenta con dos apartados titulados "Mujeres y guerra. Víctimas y resistentes en el Caribe colombiano" y "Mujeres que hacen historia. Tierra, cuerpo y política", fue presentado en Bogotá por el Grupo Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación.

Este informe es resultado del trabajo de un grupo de investigadores liderados por la politóloga María Emma Wills, que recabaron testimonios en las regiones de Montes de María y Magdalena, donde la violencia sexual se sumó al horror del despojo y las matanzas.

Expone cómo en Rincón del Mar y Libertad, el Bloque Héroes de Montes de María de las AUC construyeron un orden social a través de su injerencia en la vida cotidiana con "ejercicios de estigmatización pública, esclavitud laboral, trabajos forzados domésticos y hasta violencia sexual", explicó Wills en una entrevista con Efe.

Wills agregó que los paramilitares también intervenían "organizando festejos para su beneficio y explotación económica, porque obligaban a las comunidades" a asistir y participar.

Y en el municipio de San Onofre (Sucre), en 2003, el cabecilla paramilitar Marco Tulio Pérez Guzmán, alias "El Oso", recibió a su superior Rodrigo Mercado Peluffo, alias "Cadena", con un combate de boxeo que tenía el planteamiento de un circo romano.

"El Oso" subió a un ring a 16 homosexuales y varias mujeres y les obligó a practicar boxeo, un deporte que, según Wills, "daba mucho orgullo a esa comunidad, para transformarlo en una enorme mofa y humillarles".

Ese paramilitar, asimismo, convocó a las jóvenes más bonitas de la zona a participar en un concurso de belleza, que fueron obligadas a "desfilar delante de los comandantes".

Esos comandantes, prosiguió Wills, "escogían a las niñas más bellas para obligarlas a mantener relaciones sexuales con ellos".

Detrás de aquellas prácticas se escondía un mensaje que ubicaba a la ultraderecha armada como "figura masculina dominante del lugar", según la investigadora.

"Ahí se descubre que hay algo en disputa que no hemos puesto en evidencia en Colombia, que es que además de territorio, tierra, corredores para el narcotráfico y armas, lo que está en juego en esta guerra de manera menos evidente pero muy persistente es un cierto tipo de masculinidades", argumentó.

También en Montes de María el informe detecta que hubo "un sistema de violencia sexual sistemático para castigar a las mujeres que eran consideradas transgresoras de los códigos de conducta que ellos quisieron arraigar en esas comunidades".

Uno de los métodos de sanción consistía en rapar públicamente a las mujeres que consideraban infieles, viciosas, libertinas o entrometidas.

El informe del Grupo de Memoria Histórica también destaca que de las 63 violaciones sexuales documentadas en el Magdalena, 40 fueron cometidas por paramilitares, cuatro por miembros del Ejército, una por una alianza entre las AUC y la fuerza pública, tres por las FARC y otra más por miembros de la guerrilla del ELN, mientras que en 14 casos no se estableció autoría.

Los militares son de lejos los principales responsables de ese delito, que cometían "en contextos estratégicos" de su conquista territorial y también de manera "oportunista" para conseguir "satisfacción sexual", pues el "desprecio hacia las mujeres" inculcado en sus filas, según Wills, marcó esa conducta.

La paradoja es que esas mujeres caribeñas, según el estudio, también han sido motor de iniciativas de resistencia colectiva, lo que las convierte en "la esperanza" de Colombia, según Wills, a pesar de vivir amenazadas todavía por los herederos de las AUC.

Las Autodefensas se desmovilizaron en 2006 en virtud a un acuerdo con el entonces presidente Álvaro Uribe, pero en adelante han proliferado lo que el Gobierno actual denomina bandas criminales (bacrim), que no son otra cosa que la continuidad de los paramilitares que sembraron el terror en Colombia durante años.

COLOMBIA

Atrocidades de la guerrilla contra la mujer también serán reveladas


"Las mujeres líderes sociales fueron las víctimas en su mayoría".

Así lo afirmó el coordinador del grupo de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez.

Sánchez aseguró que las investigaciones también apuntan a contar la verdad sobre la violencia sexual de la guerrilla en todas las regiones del país, luego de dar a conocer un informe sobre las atrocidades de los paramilitares contra las mujeres.

]"Este es un trabajo sobre la Costa Caribe. Si bien el estudio muestra una cara del conflicto, que son los abusos cometidos por los paramilitares, avanzamos en investigar para mostrar el otro rostro de la violencia contra la mujer que es la violencia por parte de las guerrillas".

El coordinador del grupo asegura que están documentando casos importantes ocurridos en sur del país.

"No van a tener los mismos escenarios ni las mismas prácticas de terror, de hecho, son impactos distintos, pero estamos tratando de establecer cuál fue la magnitud".


En el informe 'Mujeres y guerra, víctimas y resistentes en el Caribe colombiano', se revelan cuatro casos en los que los responsables fueron los grupos guerrilleros.



Rodrigo Mercado Peluffo, alias 'Cadena', el mismo jefe paramilitar que asesinó a garrote a decenas de personas en los Montes de María y cuyos hombres abusaron de centenares de mujeres durante los años del terror de las autodefensas, contruyó una iglesia para que la población de Rincón del Mar (San Onofre, Sucre) no se olvidara de su orden de seguir el 'camino recto'.
El horror de los 'paras' contra las mujeres en la Costa
En un libro de 400 páginas, 'Mujeres y guerra: víctimas y resistencias en el conflicto colombiano', el Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación reconstruyó 64 casos de violencia sexual ejercida por 'paras' de la Costa Atlántica entre 1997 y el 2005. (Lea los testimonios de las víctimas del abuso).

"Esa violencia contra las mujeres, además del acceso carnal violento, se ejerció mediante la desnudez forzada, la tortura sexual, el establecimiento y exigencia de pautas de relación entre hombres y mujeres en el ámbito afectivo y sexual, y la esclavitud sexual y doméstica", dice el documento, que se entrega oficialmente este jueves y que contrasta dramáticamente con el número de denuncias formales ante la justicia. En seis años de Justicia y Paz, apenas 747 víctimas han ido a la Fiscalía. De casi 30 mil desmovilizados, apenas 49 han reconocido esas prácticas criminales.

Los investigadores reconstruyeron 63 de esos casos cometidos por paramilitares del Bloque Norte de las Auc. Muchos de esos ataques estuvieron dirigidas contra líderes sociales -'el caso de la rectora del colegio de Ciénaga (Magdalena) Íngrid Cantillo, abusada y asesinada por defender su institución-, y como presión para forzar el abandono de tierras.

Pero las víctimas de los abusos no solo fueron mujeres. Durante dos días enteros, en mayo del 2003, 16 homosexuales del poblado de La Libertad y varias mujeres señaladas por 'chismosas' fueron obligados a enfrentarse en combates de boxeo a los que fue convocado todo el pueblo.

Esa era el recibimiento que alias 'El Oso' preparó por la llegada de su jefe, el temido 'Cadena'. Era la misma zona donde los 'paras' organizaban reinados de menores de edad que después eran forzadas sexualmente.

Memoria Histórica cuestiona la versión que hasta ahora han entregado los máximos jefes 'paras', en el sentido de que esos delitos o no ocurrieron o fueron producto de acciones aisladas de sus hombres.

"El hecho de que las violaciones se reiteraran en contextos de despojos y destierros y castigos a mujeres 'desobedientes', y fueran infligidas de manera pública, hacen poco creíble que ellos, con todo su poder y la información que manejaban, no estuviesen al tanto de su ocurrencia", dice el documento.

Y agrega que es probable que los ex Auc "calculan que las víctimas, la mayoría mujeres, jóvenes y niñas, no se atreverán a denunciarlos, y menos aún en contextos donde las redes de armados siguen ejerciendo control"...

http://www.eltiempo.com/justicia/violencia-de-paramilitares-contra-mujeres-en-la-costa_10778627-4

EPA! Ediciones

Educación Popular Áctara

El Activista

Image and video hosting by TinyPic

Fundación Gaia

Image and video hosting by TinyPic

Colectivos Praxis Insumisa

Image and video hosting by TinyPic

Vehemente Libre Pensamiento Fz

Image and video hosting by TinyPic

Diystopica Realidad

TITULO DE TU BLOG