Este fin de semana amaneció lloviendo químicos, como POEA, GLIFOSATO Y COSMOFLUX, en las comunidades afrocolombianas del Medio San Juan y el Medio Baudo, rompiendo, con ello el gobierno nacional, los acuerdos que se habían hecho el día 28 de septiembre del 2011.
Al gobierno no le ha importado que los cultivos de pan coger se destruyan, ni que nuestras mujeres aborten, diciéndonos que estos químicos son inocuos desechando estudios serios como el realizado por la Facultad de Salud de la Universidad Industrial de Santander, quienes mediante un ensayo clínico controlado detectaron problemas de azoospermia en un número importante de los especímenes estudiadas; y las enfermedades ellas asociadas.
El Estado Colombiano ha planificado una campaña de exterminio (léase genocidio) contra las comunidades negras e indígenas del Choco, mediante la aspersión aérea de glifosato sin considerar que el Chocó es una zona de ecosistemas frágiles donde el equilibrio de la vida puede alterarse y modificarse afectando la vida de los ecosistemas y las gentes que en torno a ellos han proyectado sus planes de vida.
Para nosotros, al reanudar las operaciones de fumigación, el gobierno nacional lo que esta es alimentando el conflicto social y armado que vive el país cuando lo que nos ha mostrado la historia es que las fumigaciones aéreas no han detenido los cultivos de uso ilícito, como la coca.
Para desarrollar esta política antipatriótica y antinacional se acompaña de empresas norteamericanas que son tristemente recordadas en países que sufrieron el flagelo de la guerra como Vietnam, Afganistán, Irak y más recientemente Libia que sin ninguna consideración humana utilizaron armas químicas, que actúan como mercenarios a sueldo del gobierno de la “prosperidad”.
Consideramos que la propuesta presentada por los Consejos Comunitarios tanto al gobierno departamental como nacional de concertar una erradicación manual diferencial es no solo posible y sensata sino que gira en torno a generar ambientes de paz que tanto necesita nuestra sociedad. Igual cosa ocurre con la necesidad de promover la implementación de proyectos alternativos productivos en la zona donde se adelante la erradicación con enfoque diferencial, que como le hacíamos ver al gobierno nacional hay recursos asignados en el Plan de Desarrollo y en los convenios de cooperación internacional que ha suscrito nuestro país. Luego no tienen excusa para reiniciar con esta infame actividad.
Al incumplir con sus compromisos muestra su propósito genocida al arrasar los campos de cultivo para la producción de alimentos, con lo que condena a las comunidades a no tener el derecho a la vida de las comunidades negras e indígenas.
Decimos que con ello se va a alimentar el conflicto porque está condenando, a nuestras comunidades al hambre y aldesplazamiento forzado que esto genera. Además del ecocidio de nuestra naturaleza ya que al leer las etiquetas de los envaces de estos productos se hacen advertencias sobre la no utilización del mismo en zonas con cuerpos de agua como ocurre en nuestra región que es una de las lluviosas del planeta. Colombia es el único país de Sudamérica que aun utiliza las fumigaciones aéreas como herramienta para acabar con los cultivos de uso ilícito. En países como Perú y Bolivia, la erradicación es manual y concertada, porque sus gobiernos conocen perfectamente las consecuencias en el largo plazo para los habitantes de las zonas fumigadas, así como también los efectos en la vegetación y sus suelos...
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=138239&titular=amaneció-lloviendo-químicos-en-medio-san-juan-y-medio-baudo-en-el-chocó-
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