“El Estado no es algún tipo de fortaleza. No puedes encontrar aquella puerta que te llevara a alguna maquina, motor. Alguna maquina que puedes apagar cerrando el interruptor. No se trata de una bestia que puedes matar golpeándola en el corazón. Es algo diferente. Podríamos compararlo con un complejo, una red constituida por miles de maquinas e interruptores. Esa red no se impone a la sociedad desde arriba, sino esta esparcida dentro de ella. Se extiende hasta los ámbitos de la vida privada. Alcanza y toca a la célula de sentimientos. Moldea a las conciencias y sea moldeada por ellas. Conecta y une la sociedad. Se alimenta y sea consagrada por ella. Una continua transacción de valores y modelos…En este juego no haya grada. Cada uno tiene papel activo.”
(Kostas Pappas “Sin vuelta”)*
i) El comienzoLa O. R. Conspiración de Células del Fuego no empezó su acción desde la nada. No fue como si una línea recta había cortado el espacio/tiempo. Era una perspectiva que gritaba desde el pasado. La Conspiración constituyó una síntesis colectiva y conexión entre vivencias y puntos de vista de todos nosotros que participamos en ella, sacando valiosas conclusiones de las experiencias de proyectos subversivos y ataques en cuales hemos tomado parte en pasado.
Era nuestro deseo de hacer un paso más allá. No para subir algún escalón de una jerarquía informal del fetichismo de la violencia y sus medios, sino simplemente para avanzar, ir adelante y explorar nuevas perspectivas. Pasar de un “grupillo de amigos” a la organización, de lo ocasional a algo constante, de lo espontaneo a la estrategia...
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