Asesinato de la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera y amenazas de muerte contra defensores de derechos humanos
El Observatorio ha recibido con indignación informaciones de fuentes fidedignas sobre el asesinato de la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera, integrante de la Asociación Líderes Hacia delante Por Un Tejido Humano de Paz (LATEPAZ), de la Mesa Interbarrial de Desconectados y de la Ruta Pacífica de las Mujeres, en la ciudad de Medellín, y sobre amenazas de muerte en contra de defensores y organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos, programa conjunto de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) y de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), solicita su intervención URGENTE ante la siguiente situación en Colombia.
Descripción de la situación:
Según las informaciones recibidas, el 7 de junio de 2011, un hombre desconocido disparó a la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera en la cabeza con un arma de fuego con silenciador, cuando ambos se encontraban a bordo de un autobús en la ruta Santa Cruz. Después de disparar, el hombre bajó del autobús y emprendió la fuga.
La Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera vivía en la ciudad de Medellín como desplazada desde hace casi diez años, denunciando los asesinatos cometidos por grupos paramilitares, de los que fueron víctimas varios de sus familiares en la región del Urabá. Igualmente, la Sra. Córdoba Cabrera denunciaba el proceso de paramilitarización en diversos barrios de la ciudad de Medellín, entre ellos, La Cruz y La Honda. Las denuncias de la Sra. Córdoba Cabrera insistían en señalar a diferentes miembros de la policía que brindaban apoyo a la estructura paramilitar en la zona, además de cometer actos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes contra jóvenes de los barrios de Medellín. Además, la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera hacía parte de diferentes procesos organizativos de personas desplazadas y de mujeres en el barrio La Cruz.
A raíz de sus actividades como defensora de derechos humanos, la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera había sido objeto de un montaje judicial en 2004, así como de persecuciones y amenazas en repetidas ocasiones. Los actos de hostigamiento en su contra habían sido denunciados ante diversos organismos de la ciudad de Medellín y ante la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, sub-oficina Medellín. Sin embargo, la Sra. Córdoba Cabrera no contaba con medidas de protección.
Asesinada por las balas y el decreto 1740
-El asesinato de esta defensora de derechos humanos desnuda la realidad de la protección para defensores de ddhh y líderes sociales en Colombia. No hay medidas efectivas, y las normas y leyes vigentes reducen sustancialmente las medidas protectivas con las que se contaba. En 2011 han sido asesinados 18 defensores (as). El Gobierno Santos no puede lavarse las manos.
Asesinada por las balas y el decreto 1740
-El asesinato de esta defensora de derechos humanos desnuda la realidad de la protección para defensores de ddhh y líderes sociales en Colombia. No hay medidas efectivas, y las normas y leyes vigentes reducen sustancialmente las medidas protectivas con las que se contaba. En 2011 han sido asesinados 18 defensores (as). El Gobierno Santos no puede lavarse las manos.
Ana Fabricia lo denunció, lo advirtió: “a mi me van a matar y si lo hacen…se sabrá quienes fueron”. Como ella, varias organizaciones de derechos humanos han denunciado públicamente cómo las medidas de protección para sus miembros han sido reducidas a su mínima expresión por el Gobierno Nacional.
Hace un año, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, a través del Decreto 1740 del Ministerio del Interior y Justicia, modificó el Programa de Protección, reduciendo sustancialmente las medidas protectivas que venían siendo implementadas para líderes sociales y defensores de derechos humanos, sindicalistas, periodistas, indígenas, afros, desplazados, y otras poblaciones amenazadas.
Estas reducciones consisten en la disminución drástica del monto económico para la reubicación temporal de amenazados y la cancelación de apoyos en transporte terrestre, fluvial y aéreo. Estas reducciones ponen en detrimento las condiciones de seguridad de los beneficiarios del Programa. De igual manera la contratación de servicios de seguridad privada como reemplazo de los esquemas de seguridad que otorgaba el DAS a defensores en riesgo, agravan aún más la situación. Producto de ello, organizaciones como el Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, la Corporación Sembrar y otras, han devuelto los esquemas por considerarlos aún más riesgosos que los proporcionados por el DAS.
Por ende, debe ser clara la responsabilidad del Gobierno Nacional, en cumplir su deber constitucional de proteger la vida de los ciudadanos que se encuentren en situación especial de riesgo, sin importar su procedencia, corriente política, raza, credo e incluso si no se está de acuerdo con los mecanismos establecidos. El Gobierno tiene una obligación inexorable de protegerlos. Ana Fabricia no debió ser asesinada, y su protección era responsabilidad del Gobierno.-
El Observatorio condena rotundamente el asesinato de la Sra. Ana Fabricia Córdoba Cabrera, y teme que éste haya sido motivado por sus actividades de defensa de los derechos humanos. Asimismo, el Observatorio vuelve a manifestar su absoluto rechazo e indignación frente a las continuas amenazas y ataques contra los defensores de derechos humanos en Colombia. El Observatorio subraya en este contexto que el 2 de junio de 2011, la Sra. Ingrid Vergara, Secretaria Técnica del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes del Estado (MOVICE) capítulo Sucre, y la Sra. Adriana Porra, integrante de la red de líderes y lideresas en Sucre, recibieron otro mensaje de amenazas[1], y que el mismo día, un grupo armado denominado «Los rastrojos comandos urbanos» difundió un mensaje a varias organizaciones colombianas de defensa de derechos humanos, en lo que decían: «Reiteramos que no nos hacemos responsables por lo que les pueda pasar a los líderes de estas organizaciones, sus directivas, y sus colaboradores ya que empezaremos a exterminar a cada uno de ellos sin piedad no permitiremos que dañen la política de nuestro presidente la ley de víctimas será nuestro eje central de defensa y todo aquel que se interponga será declarado objetivo militar por más protegidos que se encuentren»...
[1] El mensaje decía: «MIREN PAR DE SAPAS AL PARESER SE ESTAN METIENDO DONDE NADIEN LAS LLAMO YA HAY MUCHA MUERTE NO QUEREMOS MAS MUERTES EN ESTE PAIS DEJEN QUIETO A LOS MIO OTRA COSA SUS RANITAS YA ESTAN APRENDIENDO MUCHO DE USTEDES SAPITAS OJO QUE ELLOS YA SE ESTAN HACIENDO SENTIR Y MIREN QUE LLOS NO ESTEN PROTEGIDO COMO USTEDES.......................... CUIDENLOS O MEJOR PROTEJANLOS CHAO NO SE METAN CON NOSOTROS».
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